Donald Trump instó el viernes al G7 a reintegrar a Rusia, excluida del grupo en 2014, en una nueva provocación del presidente estadounidense antes de encarar al conjunto de los dirigentes del bloque tras su decisión de imponer nuevas tarifas aduaneras.
"Deberían dejar a Rusia volver. Porque deberíamos tener a Rusia en la mesa de negociación", dijo antes de partir de Washington hacia Canadá.
"Rusia debería estar en esta reunión", enfatizó, asegurando que hará la propuesta a sus homólogos d Moscú fue excluida tras la anexión de Crimea, tras haber pertenecido al grupo por 16 años.
El mandatario estadounidense será el último líder en llegar a la cumbre en La Malbaie, una pintoresca y pequeña ciudad de Quebec a orillas del río San Lorenzo, y también el primero en partir el sábado por la mañana. Una señal de su interés en el club de las siete economías más desarrolladas del mundo.
Trump se ha mostrado realmente más enfocado estas últimas semanas en otra cumbre: la que tiene prevista para el 12 de junio con el líder norcoreano Kim Jong Un en Singapur, adonde viajará directamente desde Quebec.
"Me iré, posiblemente, un poco más temprano, depende de lo que pase", avisó Trump, quien es esperado en pie de guerra por los otros seis dirigentes del grupo.
"Todos estos países han estado aprovechándose de Estados Unidos en términos comerciales", dijo en Washington.
Poco antes había dicho en Twitter que quería usar el encuentro para resolver lo que consideró pactos comerciales "injustos" con sus socios.
"Espero enderezar los acuerdos comerciales injustos con los países del G7", escribió.
El jueves ya había escrito duros mensajes en su red social preferida en respuesta a las críticas cada vez menos veladas del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y del presidente francés, Emmanuel Macron, quien se encuentra en Canadá desde el miércoles.
"Por favor díganle al primer ministro Trudeau y al presidente Macron que están cobrando aranceles masivos a Estados Unidos y creando barreras no arancelarias", escribió el mandatario estadounidense.
- Frente europeo -
Trudeau recibirá a sus homólogos a partir de las 11H45 locales (15H45 GMT).
La recepción será fría: los cuatro europeos, Macron, Angela Merkel, Theresa May y Giuseppe Conte, decidieron reunirse poco antes del comienzo de la cumbre con el fin de presentar un frente común.
El objetivo, según el presidente francés, es convencer a Trump de no aplicar los aranceles recientemente impuestos sobre el acero y el aluminio. Pero el magnate se ha mostrado insensible a las críticas, y amenaza al resto del mundo con imponer mayores tasas.
"Trump puso en práctica sus compromisos de campaña, tiene un carácter previsible", dijo Macron, que sin embargo espera persuadir al dirigente de que "la guerra comercial no es buena para nadie".
"Estoy convencido de que Europa mantendrá su unidad y la mantendrá todo el tiempo que se extiendan estos temas", afirmó.
Resta conocer hasta dónde irá Japón, que intenta por su lado no ser marginado de las negociaciones entre Washington y Corea del Norte; así como el nuevo gobierno populista italiano y Alemania, más expuestos a represalias comerciales que los otros países europeos.
- ¿Declaración final? -
Ottawa aún cree posible alcanzar un consenso sobre tres temas: la polución por plástico en los océanos, la educación de las niñas, y la lucha contra las injerencias extranjeras en los procesos democráticos.
Pero será el tema comercial el que ocupará verdaderamente los debates.
La Unión Europea presentó una demanda contra Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), y prepara aranceles aduaneros contra los productos estadounidenses como el bourbon, la mantequilla de maní o las motos.
Pero estas represalias no han entrado aún en vigor, los Estados miembro deben de consensuar una lista...o Alemania podría preferir la prudencia, temiendo que Trump imponga próximamente un alza de aranceles a los automóviles extranjeros.
Trump será el primer dirigente en irse de la reunión del G7, en la mañana del sábado, unas horas antes que sus homólogos. El presidente estadounidense se dirigirá desde allí directamente a Singapur para su cita cumbre del 12 de junio con el dirigente norcoreano.
Después de los habituales desayunos de trabajo, foto de familia, reuniones de grupo y encuentros bilaterales, los siete dirigentes cenarán el viernes en la intimidad de un típico chalet de Quebec, propiedad de un francés, con un menú compuesto cuidadosamente por productos locales y vinos canadienses.
Manifestaciones contra el G7 están previstas en Quebec. El jueves, unos 500 manifestantes han marchado, sin que se registraran incidentes mayores.
El sábado, el suspenso diplomático girará en torno a la tradicional declaración final de la cumbre.
El año pasado, durante la reunión del G7 en Italia, por primera vez se mencionaba la excepción estadounidense, en ese momento por el acuerdo de París sobre el clima. Desde ese entonces, a nivel ministerial, Estados Unidos a menudo rehusó firmar un texto común.
Si esta vez no hubiera ninguna declaración común, es posible que Trump se amolde perfectamente a ello.